A veces, hablarlo todo lo cambia. En nuestra unidad de Psicología te acompañamos en el manejo de la ansiedad, el estrés, los duelos, los bloqueos emocionales o los conflictos personales desde una escucha activa, empática y sin juicios. Trabajamos contigo para fortalecer tu bienestar psicológico, con herramientas prácticas, terapias actualizadas y un entorno de confianza. Porque cuidar tu mente es el primer paso hacia una vida más plena.
Psicología de adultos
La búsqueda de ayuda profesional puede ir incentivada por un sinfín de motivos. Entre los principales, podríamos destacar la presencia de problemas de ansiedad, estrés, problemas de comunicación y habilidades sociales, alteraciones en el estado de ánimo, ataques de ira/agresividad, trastornos de la personalidad, trastornos de conducta, adicciones… En algunos de estos casos, podríamos hablar de psicopatología, sin embargo, tu contexto actual puede provocar un momento de cambio y de duelo (ruptura, pérdida de trabajo, muerte de ser querido…) que requiera de apoyo externo profesional para afrontarlo de manera adaptativa. Mediante terapia, lograrás no solo abordar aquellas dificultades y conflictos actuales, sino desarrollar un rol activo y de cambio, que promueva la aceptación, responsabilidad y autonomía.
Psicología juvenil
La paternidad/ maternidad es uno de los procesos vitales más complejos, enriquecedores e intensos, del cual, te mantienes ligado para siempre. En ocasiones, se hace necesario contar con la guía de un profesional que permita transitar ciertos momentos evolutivos. La adolescencia no solo es un proceso de cambio para el propio adolescente, sino también para el resto del núcleo familiar, quien debe aprender a adaptarse y gestionar diversas experiencias que, a veces, pueden ser especialmente complejas.
Iniciar un proceso terapéutico a una edad temprana no solo refleja beneficios en el momento presente, sino que le otorga de multitud de herramientas y estrategias que puede poner en práctica a lo largo de su vida. Entre las demandas más comunes, podemos destacar: problemas en la comunicación familiar, mejora de la autoestima, desarrollo de habilidades sociales, trastornos de la conducta alimentaria, dismorfia corporal, acoso escolar y ciberbullying, problemas de apego y vínculo familiar, baja tolerancia a la frustración, alteraciones de conducta como gestión de la ira y agresividad, adicciones, ansiedad, depresión, dificultades de aprendizaje, TDAH, alteraciones del sueño, problemas de concentración, etc.
Si observas que es necesario un cambio y tu hijo/a necesita iniciar un espacio para hablar, expresarse y ser escuchado, estás en el lugar indicado.
Psicología familiar
Desde la terapia sistémica, se entiende a la familia como un complejo sistema cambiante y modificable. La familia es un conjunto de piezas entrelazadas y conectadas que interactúan y se influyen entre sí. Si una de las piezas, o uno de los miembros, sufre, lo hará, inevitablemente, el resto. Mediante este tipo de terapia, englobaremos en el tratamiento al conjunto familiar, indagando no solo en las necesidades individuales sino colectivas, y trabajando simultáneamente con los diferentes miembros de la familia.
